El verano es la estación más esperada y calurosa del año. Es la época perfecta para poder empezar a lucir un calzado que deja ver más nuestros pies, como las sandalias o las chanclas.
Problemas más habituales de los pies
Según datos del Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV), el 70% de los españoles padece algún tipo de enfermedad de los pies, como juanetes o callos.
El problema más común es el pie de atleta, una infección por hongos causada por la exposición a la humedad y una sudoración excesiva. Otro problema habitual de los pies son las verrugas plantares, que aparecen en las piscinas, saunas o en zonas húmedas y calientes.
Los pies secos también son un problema muy común, especialmente los talones. La sequedad es causada por el cloro, la arena y las altas temperaturas.
Cómo lucir unos pies perfectos
Aunque los pies son una parte del cuerpo que deberíamos de cuidar durante todo el año, es cierto que la preocupación por lucir unos pies perfectos aumenta durante la época estival.
Para tener unos pies perfectos, como cualquier otra parte de nuestro cuerpo, es necesario seguir una rutina de cuidados y evitar determinados usos del calzado.
Higiene e hidratación
La higiene es la base para conseguir unos pies bonitos y sanos para lucir durante el verano. Eliminar la humedad de los pies es imprescindible para conseguirlo, ya que, se evitará la aparición de los hongos, bacterias y el papiloma.
Después de la ducha, se deben de secar los pies correctamente, en especial los espacios y pliegues que hay entre los dedos. Se recomienda realizar un masaje junto con una crema hidratante.
No aplicar la crema entre los dedos, porque pueden aparecer grietas y hongos si la crema macera en esa zona.
Eliminación de durezas
Los callos o durezas en los pies generalmente se forman en el talón, la planta o el costado del dedo gordo del pie porque son las áreas que sufren más rozaduras por el calzado.
Antes de empezar a utilizar limas o piedras pómez para la eliminación de los callos, se recomienda remojarlos en agua durante un corto período para eliminarlos de forma más rápida y efectiva.
Asimismo, realizando esta tarea una o dos veces a la semana puede ayudarnos a aliviar los dolores de los pies y calmar los músculos mejorando la circulación sanguínea.
Exfoliación de los pies
Para una correcta exfoliación de nuestros pies, es necesario tener en cuenta las funciones de cada producto utilizado:
- Cremas hidratantes: Utilizar cremas hidratantes que contienen entre un 5%-10% de urea.
- Eliminación de durezas: Emplear cremas que contienen concentraciones más altas (20% o 30%) de salicilato o urea.
- Evitar la sudoración de los pies con productos antitranspirantes: Es recomendable rociar o limpiar los pies con talco dentro de los zapatos.
- Mejorar la circulación y reducir la hinchazón con gel o crema de efecto «frío»: los remedios caseros son darse un baño frío en los pies al final de la tarde para relajarse y activar la circulación sanguínea.
Otros consejos a tener en cuenta
- Es muy recomendable cortar las uñas horizontalmente. De esta forma, las uñas crecerán con normalidad y se evitará el dolor provocado por la encarnación de la uña.
- Es importante intentar caminar descalzo tanto como sea posible.
- Evitar el uso de chanclas en carreteras asfaltadas, ya que, este tipo de calzado provoca grietas en el talón.
- A principios de año, se recomienda realizar una visita al podólogo para descartar cualquier anomalía.
Qué debemos evitar
Uñas pintadas
Los podólogos recomiendan llevar las uñas pintadas durante un corto período de tiempo, de esta manera, se favorece la transpiración de la uña y se evitan problemas.
Exfoliación excesiva
El uso de elementos cortantes o exfoliantes en la piel, como cuchillas y limas, pueden provocar pequeñas heridas, que se convierten en pasajes de microorganismos como virus, hongos y bacterias.